Gracias a todos los que me seguís de un modo u otro, desde ese otro lado de la pantalla.
Gracias desde mi ser por estar ahí. Aprovecho este espacio para desearos un felicísimo y presente año nuevo…porque es el presente lo que contiene toda felicidad.
Este espacio que he creado es para eso…para poder acompañarnos mutuamente en ese objetivo superior que compartimos todos los seres humanos…que es ser completamente felices…
Aquí os dejo mi primer post del año con mucho amor y respeto.
Mi verdadero valor va más allá de cualquier manifestación física que experimente en mi vida.
Mi valor siempre es mucho más profundo, puesto que procede de mi Ser. Mi Ser siempre se encuentra en el presente infinito e inmutable. Detrás de todo lo que veo, hay paz absoluta. La paz de mi propio ser que lo envuelve todo. Aunque en apariencia haya mucha lucha, confusión, tristeza, ansiedad. No importa.
Mi Ser siempre está en el presente, en este instante, y en cada uno de los instantes de mi vida, y de la tuya.
La atención plena (mindfulness) es una herramienta maravillosa para tomar conciencia del presente, y con ella de esa plenitud fresca, desenfadada, y profundamente simple que se encuentra detrás de cada instante.
Para conocer la plenitud de nuestro ser y fluir en su alegría es importante aprender a dejar ir y dejar marchar todo lo que nos resta, no nos sirve y aleja nuestra conciencia del presente. Es fundamental que nos familiaricemos con nuestras emociones y aprendamos a habitarlas para poder conocer en lo profundo su verdadera naturaleza. ¿De dónde surgen? ¿Cuál es su origen, su función?
Y a partir de ahí, simplemente sintiéndolas, darles la bienvenida una y otra vez…Y a continuación dejarlas ir…detrás de cualquier emoción sentida y vivida siempre se esconde la paz.
Lo ÚNICO que ser requiere por nuestra parte es una MÍNIMA DISPOSICIÓN a sentir nuestras emociones sin juzgarlas, dejarlas ser, y después, dejarlas ir, una y otra vez.
Para ello es preciso que nos liberemos también de nuestro apego hacia nuestros pensamientos y nuestra identidad. Entendiendo por apego e identidad todo lo que tiene que ver con el orgullo y con la necesidad de defender nuestras ideas, ante otros o ante nosotros mismos.
Por eso no necesito tampoco defenderme de ninguna de mis emociones, no queriendo sentirlas, o rechazándolas.
Las defensas invitan al ataque. Pero lo que es cierto y es verdad, no necesita defensa alguna.
El orgullo necesita ser defendido. La humildad no necesita defensa alguna, porque se sabe, porque ES. No necesita hacer ningún tipo de fuerza para saberse, para Ser. El que es humilde no puede ser atacado, porque no hay donde pillarle. No está aferrado a ningún conocimiento sobre nada.
Si hay una característica que me llama la atención sobre los mayores maestros que he tenido es su profunda humildad y su simpleza.
En el presente todo te es dado, y es por ello que no necesitas aferrarte ni apegarte a nada.
Cada momento es completamente fresco y completamente nuevo, brillante.
En el presente se encuentra el vacío creador desde el que todo nace y todo está surgiendo a cada instante y todo muere, y todo se desvanece, todo al mismo tiempo. Brutal.
La práctica del mindfulness tiene el poder de llevarnos a esa inmediatez, a ese espacio de presencia y de humildad que es donde habita nuestro verdadero ser.
El Ser se sabe TODO. Y es precisamente es por ello que no necesita defenderse de na da ni de nadie.
Hay un espacio en nosotros que no necesita ningún tipo de defensa, porque se sabe, porque simplemente Es…pura inocencia, puro Amor, puro Vacío…Pura Paz.
Feliz presente 2017