Detrás de mi ser hay un Ser completamente vacío. Es un campo de vacío en el que todo, absolutamente todo desaparece. No hay nada. Todo lo que es atraído hacia él desde mi ser, desde mi yo, desaparece por completo.
Ese es el tejido que se encuentra detrás de lo que llamamos «realidad» (lo que vemos con los ojos del cuerpo) que es en verdad pura ilusión. Sin embargo, ese vacío es lo que está constituido de una entidad auténticamente real. Podría ser aterrador, porque es eso, Vacío.
Y a veces lo es para este yo que está del otro lado y en medio de Él. Pero no lo es.
Es un campo de silencio y paz absoluta. Otros atributos que podrían dársele a ese campo serían la compasión y el amor.
Este campo sin embargo puede ser activado desde esta realidad ilusoria. Puede ser activado a voluntad.
Sólo la voluntad puede activarlo. Me refiero a la voluntad de ser consciente de él. En realidad siempre está activado, siempre lo estuvo y siempre lo estará. Hablo por tanto de la capacidad que tenemos todos los seres humanos de ser consciente de él.
Entrando en experiencia concreta, la presencia en el cuerpo y en lo que hay alrededor de él es lo que lo activa en mi caso. Siempre que quiera y decida mirarlo está ahí, siempre. Siempre está presente.
Sin embargo mi caso aquí no es relevante. Lo relevante es el tuyo. ¿Dónde se activa en ti la conexión con este campo? ¿hay algo que te limite a decidir activarlo? ¿Hay algo que te de miedo perder? Pues lo único que nos aparta de él es nuestro miedo. Pero el miedo tampoco es real, por tanto no hay nada que perder tampoco ahí.
¿Por qué no intentarlo? Estoy segura de que tiene algo que mostrarte.
Feliz viaje.