En el silencio me encontarás

Desmontando la voz del ego

He de confesaros algo: tengo la voz de un extorsionador en mi cabecita…

“Uy, hoy no puedes estar contenta, fíjate, hay alguien muy enfermo en tu familia”

“¿Cómo vas a sentirte verdaderamente plena y completa ahora mismo si no tienes una familia o una pareja a tu lado?”

“Es imposible estar tranquila y dormir bien si estás en paro, ya ni digamos si te has quedado sin dinero y no puedes pagar las facturas. Lógicamente, tienes que estar muy estresada”

“Te duele aquí en esta parte del cuerpo, que extraño… a ver, dime cómo vas a estar en paz si a lo mejor tienes algo malo ahí y estás sin hacer nada al respecto, ¡ni si quiera estás pensando en posibles soluciones!”

“Es imposible que hoy puedas estar contenta porque ayer te dejó tu novio (o fuiste tan mala de dejarle tu a él). Ni se te ocurra planteártelo.”

“¿Sentirte bien contigo mismo ahora que acabas de tener una discusión con tu jefe, tu madre o el vecino que te ha hecho sacar la peor parte de tí? No, ¡atácale!, al menos mentalmente, para poder sentirte al menos tú libre de culpa. O mejor, échate la culpa a ti misma.”

Y ya la tenemos montada.

Etc, etc, etc.

¿Os suena?

Para mí empieza a ser realmente fascinante y muy muy curioso abrirme a escuchar esa vocecita embaucadora en mi cabeza que no se cansa de repetirme, una y otra vez que no soy suficiente, que esto que está sucediendo no debería de suceder así, que es imposible tener paz con lo que está ocurriendo y que vamos, lo de ser feliz, ya ni digamos.

Que cansancio.

Lo cierto es que esa voz realmente CANSA MUCHO.

Pero aún me resulta todavía más curioso que sin embargo, no nos cansamos de escucharla repetirse ad finitum, y todavía más sorprendente aún: no nos la cuestionamos. La damos por cierta simplemente porque creemos que somos nosotros los que estamos pensando todos esos pensamientos. . Y obviamente, como soy yo el que lo piensa, he de creerme todo lo que pasa por mi cabeza…¿o no?..

Hasta que no estés dispuesto a ver la magnitud de tu propio odio a ti mismo, no estarás dispuesto a dejarlo ir.

David Hoffmeister

Cuestionarme la voz del ego

Para mí lo interesante de todo esto es poder empezar a escuchar cada vez con más claridad esa voz que me lleva inevitablemente a sentirme culpable, indigna, en lucha con la vida y con todos los que me llevan la contraria o me dicen algo que no me gusta…Y empezar simplemente a cuestionarme la veracidad de todo eso que pasa por mi cabecita.

Cuanto más haces esto, más puedes ver que esa vocecita no sólo está en tu cabeza sino en la de todos y cada uno de los que te rodean. Es como una especie de programa de conflicto que nos instalaran en la cabeza de serie a todos los humanos a partir de una determinada edad.

Yo me pregunto…pero a ver, ¿quién me ha instalado a mí este programa?…y miro a mi alrededor y digo “¡ah!…lo he aprendido”. Las normas sociales dictan que la felicidad es esto, esto otro y esto de más allá…y si algo falla…te aguantas y no tienes derecho a ser feliz. Ala, castigado.

Jajajaja

La verdad que es profundamente gracioso cuando empiezas a verlo con una cierta distancia.

Tomar la responsabilidad

Porque en realidad quién ha sido sino YO MISMO, como miembro de esa “sociedad” quien he elegido darle valor a esas creencias que he escuchado tanto tiempo y he elegido acatarlas consciente o bien (normalmente) inconscientemente.

Lo bueno de estar atento a tus pensamientos es que simplemente el hecho de observarte los va poco a poco deshaciendo. Es como que empiezas a darte cuenta que eres tú el que has elegido pensar todo eso y darle exactamente el grado de validez que has elegido darle. Nadie ha hecho eso por ti, ni la sociedad, ni tus padres ni nadie más. Lo has hecho TÚ.

En el momento que te das cuenta de eso te vuelves literalmente LIBRE de todos tus pensamientos.

Porque si yo soy quién piensa las cosas y las pienso de la manera que las pienso, ¿quién puede elegir dejar de darle valor a lo que me hace sufrir y abrirme a pensar de otra manera diferente? A ver… ¿quién?

Eh, porque estamos aquí no para tener razón, sino simplemente para ser inmensamente felices.

Para darnos cuenta de que tenemos un inmenso poder que no es sino el propio poder del Universo que nos ha creado, para elegir nuestros propios pensamientos y experimentar la nueva vida que esos nuevos pensamientos inevitablemente nos van a brindar.

Así que ahora que he dicho todo esto, me vais a permitir que confiese algo:

No estoy dispuesta a dejar de disfrutar de la vida porque las cosas no salgan como yo quiera.

Y aunque aún crea a veces que en realidad puedo seguir haciendo algo para que las cosas “mejoren” y sean como me gustaría, lo cierto es que no estoy dispuesta a dejar de disfrutar porque no sean como yo quiero ahora.

Porque veo y ejerzo la posibilidad que se me entrega a manos llenas a cada instante: ser feliz con esto que tengo aquí ahora, ver que en realidad el hecho de creer que necesito algo que no tengo para ser feliz ahora, es sencillamente FALSO. En este instante ya tengo todo lo que necesito para ser profundamente feliz. No me falta nada y no me sobra absolutamente NADA.

Ni uno sólo de los instantes de tu vida es mejorable. Todos son igualmente dignos de ser vividos y experimentados completamente.

Otra cosa es que aparezca un pensamiento en tu cabeza que te diga lo contrario. Y dime, ¿qué vas a hacer con ese pensamiento?¿te lo vas a creer?¿qué valor le vas a dar?

Tú elijes.

Tu vida es digna de ser vivida tal y como es. Y ¿quién es la persona llamada a amar su vida exactamente tal y como es ahora?

Gracias por acompañarme.

Con amor,

Maricarmen Pérez Díez

Instructora de mindfulness. Terapeuta transpersonal y maestra de Reiki.

https://plus.google.com/u/0/

cursos de meditación, cursos de mindfulness, cursos de mindfulness en empresas, cursos de reiki, cursos mindfulness empresas madrid, facilitadora del perdón, madrid, meditacion, mindfulness, mindfulness colegios, mindfulness empresas, mindfulness empresas madrid, plenitud, sesiones de reiki, soypresencia, terapeuta transpersona, terapia reiki, terapia transpersonal, UCDM

Entradas relacionadas

2 comentarios. Dejar nuevo

  • Maravilloso, querida amiga. Más claro que el agua clara. Las cosas son como lo dices. Te das crédito a ti mismo porque te identificas con tu ego. Y todo lo que somos es realmente aquella golondrina que te revisitó recientemente, sin ego y sin identificación. Tu y ella admirándose mutuamente. A qué mas?

    Responder
    • Maricarmen Pérez Díez
      31/03/2021 10:19 am

      Que bonito José! Muchísimas gracias por tus palabras. Exacto ¿que más maravilloso que ser simplemente lo que somos y que ya está totalmente completo? Un abrazo grande!

      Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.