Esto supone dejar espacio para el VACÍO.
Esto supone soltar mis ideas acerca de lo que está bien o está mal.
Esto supone soltar mis ideas y conceptos acerca de mí mismo.
Esto supone soltar mis ideas y conceptos acerca del otro, acerca de lo que yo creo que le conviene, o acerca de lo que yo creo que a mí me conviene.
Esto supone dejar de atender mis ideas para abrirme a nuevas ideas. A las ideas que la VIDA tiene la capacidad de pensar a través de mí, si yo no intervengo.
Para eso tengo que soltar las mías. Para eso tengo que vaciarme.
Y ser lo suficientemente humilde para saber que no sé, pero que hay algo en mí que sabe profundamente, con un conocimiento que está mucho más allá de todo pensamiento.
Un conocimiento del cual la mente no sabe nada, pero del cual el corazón lo sabe todo.
Y descubrirme como VIDA más allá de todo mi escenario, de todo mi pensamiento. Y sentirme como VIDA, y saberme vida en todos y cada uno de los poros de mi piel.
VIDA que ninguna idea pudo jamás haber eclipsado, a pesar de que yo me empeñara en lo contrario.
Me reconozco, me acepto como VIDA y me doy a la VIDA que SOY, por toda la eternidad.
Amén.
Instructora de mindfulness. Terapeuta transpersonal y maestra de Reiki.