SOBRE EL AMOR A UNO MISMO
Una de las cosas más importantes que he aprendido este año, o de las que me he dado cuenta una vez más, es de lo importantísimo que es tratarme a mí misma con amor: desde hablarme bien, hasta reservar tiempo para mí, para hacer las cosas que me gustan, incluso darme las gracias a mí misma por ser tal y como soy, con todas las limitaciones que veo en mí, y con toda la belleza también.
Ya lo sabía desde hace mucho tiempo, y llevo tiempo haciendo esto…pero verdaderamente cada camino que emprendo me lleva a darme más y más cuenta de lo realmente INDISPENSABLE que es tratarme a mí misma con gran amor para mi felicidad.
Todos los caminos de búsqueda, de encuentro, me llevan ahí…a la necesidad de reconocerme y de aceptarme tal y como soy.
Hay un grandísimo poder en el amor hacia uno mismo, y es realmente de ahí de donde sale la verdadera fortaleza, para encajar los momentos difíciles y continuar el viaje con energía y coraje.
A menudo esperamos que el amor nos venga dado desde fuera, desde la pareja, la madre, el padre, el hijo, la hija, el hermano…y buscando ese amor nos olvidamos totalmente de nosotros mismos, nos perdemos en la búsqueda que se origina en esa profunda necesidad que sentimos de ser aceptados y amados por las personas que amamos.
El único problema con esto es que en esa búsqueda, nos perdemos fuera de nosotros. Nos perdemos haciendo o incluso diciendo cosas que quizás no nos apetecen, pero que hacemos o decimos simplemente para agradar al otro, para que no hablen mal, para que no piensen mal de mí, para que me quieran…eso nos corta las alas, nos limita, nos aleja del verdadero amor que realmente SE ORIGINA en NOSOTROS, NO AFUERA de nosotros.
Y desde ese reconocimiento amor hacia uno mismo, ya no hay esfuerzo, ya no hay postureo, el amor fluye hacia fuera, sin esfuerzo, simplemente se da como una extensión de sí mismo.
Y en esa extensión te ves amando todo lo que es, te ves amando a aquel que parece que no te ama, a aquel que te ama, a aquel que te ignora, a aquel que te cruzas por la calle y que no conoces, porque te sabes y te reconoces como puro amor…más allá de tus defectos, de tus disfraces, de tus rabietas, tus tristezas, tus miedos, tus malentendidos…aprendes a amarte en todo eso y por lo tanto puedes amar al otro más allá de todos sus disfraces, rabietas, miedos, tristezas…porque te reconoces en el otro, te ves en el otro…en definitiva te sabes UNO con el otro.
Pero todo ese camino empieza definitivamente en mí, dedicándome tiempo, diciéndome cosas bonitas, y amándome mucho más allá de esa voz interna que habla y que se queja, y que juzga y que condena…observándola…comprendiéndola…y dejándola ir, desde la presencia y el amor.
Feliz 2019. Os amo.
Maricarmen Pérez Díez
Instructora de mindfulness. Maestra y terapeuta de Reiki
2 comentarios. Dejar nuevo
¿Qué te puedo decir Maricarmen? No sólo sencillamente bello, sino que además orientador al amor cuando andamos buscando cambiar. El cambio es la consecuencia de saber de mí y aceptarme como soy.
Hermoso José! Mil gracias por aportar siempre belleza y cariño con tus comentarios! Te abrazo grande amigo!