cursos de mindfulness para empresas, cursos de mindfulness, cursos de mindfulness en madrid, meditacion, soy presencia, mindfulness, reiki, cursos de mindfulness, cursos de reiki, cursos de meditacion, terapia reiki

Dar y recibir es lo mismo

A veces tememos ayudar a alguien, dar dinero, dar tiempo a otra persona que aparentemente lo necesita. Tememos perder algo y no poder recuperarlo, y nos entra un cierto miedo. Quizás esa persona no lo necesite tanto como lo creemos, o quizás sí.

Y nos entra una cierta culpa si no actuamos.

Creo que no se trata de hacer algo bueno por el simple hecho de tratar de ser buenas personas o por querer aferrarnos a una imagen de nosotros mismos que nos parezca más correcta, y que al final nos lleva a ver buenos y malos continuamente, así como víctimas y verdugos.

La vida es sabia, la vida acompaña en cada momento a quien necesita ser acompañado, de una manera o de otra. No estamos aquí para salvar el mundo ni para salvar a nadie. El mundo ya se salvó hace mucho tiempo.

Estamos aquí para ser felices.

Y desde ese punto de partida, si soy profundamente honesto conmigo mismo, empezaré a entrever (entre-ver) que si estoy haciendo algo por ti es porque en realidad quiero hacerlo así.

Cuantas veces oímos o nos decimos aquello de “ bueno, es un sacrificio para mí, pero lo hago por ti”. Dejemos de hacer sacrificios y empecemos a ser más honestos con nosotros mismos.

Y si nos parece que hacemos sacrificios por los demás y no podemos remediarlo, adelante, hagámoslos en conciencia, pero por favor, miremos cómo nos sentimos al hacerlo. Porque si realmente nos sentimos víctimas en ese gesto de alguna manera, no le estamos haciendo ningún favor a nadie. Normalmente ahí me quedare esperando reconocimiento o que el otro o la vida me devuelva el favor, para poder sentirme bien.

Quizás a veces para disfrutar de dar, tengas que permitirte en muchas ocasiones no dar, y aprender a no juzgarte por ello. Para que cuando elijas dar, puedas hacerlo con un corazón libre de culpa y lleno de gratitud y comprensión, sin necesidad realmente de esperar nada a cambio, entendiendo y observando lo que ocurre de verdad  en tí cuando das de corazón y con alegría.

¿Sabiais que existe un estudio que dice que cuando una persona le da algo a otra, ya sea una moneda, unas palabras bonitas, un regalo etc. ambas sienten el mismo bienestar?

Que hermoso, ¿verdad?

Este es el punto donde dar y recibir se encuentran. Y justo en ese gesto, los cuerpos desaparecen. Sólo queda, si me permito sentirlo, ese gesto interno de pura conexión con el otro y de pura alegría por haber dado o por haber recibido.

Y ahí ves con absoluta claridad que no puedes perder dando, porque todo lo que das, te lo estás dando a ti mismo.

daryrecibir

Por eso dice Jesús en la Biblia “déjalo todo y sígueme”.

Pudiera interpretarse como un gesto sencillamente de dejar lo superfluo a un lado, de centrarme en lo esencial. Ni siquiera se trata de deshacernos físicamente de todas nuestras pertenencias, ni de nuestras relaciones, pero sí de dejarlas a un lado por unos momentos, aunque sea mentalmente.

Dejar mi historia, lo que quiero conseguir, lo que quiero alcanzar, lo que quiero que el otro me de…a un lado. Pararme un momento y mirarme en profundidad, más allá de quien creo ser.

Pararme por unos instantes e ir a lo esencial. ¿Qué me lleva a lo esencial?

En realidad es simple. Me lleva ahí mi voluntad profunda de ir. No conozco otra forma de llegar.

Y en ese encuentro con lo esencial me conozco como Uno con todo. Reconozco la alegría de mi dar en la alegría del que recibe, y reconozco mi alegría al recibir en la alegría del que está dando.

Así, dar y recibir se vuelven exactamente la misma cosa.

Y desde ese estado de unidad, yendo solamente a lo esencial, encontraré esa alegría profunda que hay en el compartir. Y en esa alegría me reconoceré pleno. Reconoceré que en realidad no puedo experimentar carencia alguna. Que la única carencia que puedo experimentar me la inventé yo con mis miedos.

Y desde esa “esencialidad”, me veré compartiendo mi plenitud con todo el que se acerque, porque la plenitud se da, se expresa, surge sola de ese estado interno de entrega total y sin condiciones a la vida.

Y si afinas aún más la introspección, te reconoces en ese movimiento de darte y recibirte a ti mismo en cada instante.

Ya no importa el dador ni el recibidor, todo eso pasa a ser una anécdota gracias a la cual te puedes descubrir a ti mismo en este instante en toda tu plenitud.

Se terminan los límites a la vida. Te sabes Uno con ella, Uno con Todo.

Y en ese encuentro se acaban las palabras.

Maricarmen  Pérez Díez

Instructora de mindfulness. Maestra y terapeuta de Reiki

¿Me permites acompañarte? TERAPIA TRANSPERSONAL

https://plus.google.com/u/0/

cursos de meditación, cursos de mindfulness, cursos de mindfulness en empresas, cursos de reiki, madrid, meditacion, mindfulness, mindfulness colegios, mindfulness empresas, plenitud, soypresencia, terapia reiki, UCDM, un curso de milagros

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.